Comprende los fundamentos de la nutrición para el yoga
Energía consciente: macronutrientes que apoyan tu práctica
01
Elige carbohidratos complejos como avena, quinoa o batata para liberar energía estable durante vinyasas y sostener tu enfoque en posturas de equilibrio. Evita azúcares rápidos antes de clase; pueden acelerar tu pulso y distraer tu respiración.
02
Opta por legumbres, tofu, yogur o huevos para reconstruir fibras musculares tras la práctica. Porciones moderadas favorecen digestiones livianas, de modo que la próxima sesión llegue con fuerza tranquila y sin sensación de pesadez en el abdomen.
03
Aguacate, frutos secos y aceite de oliva aportan saciedad y apoyo hormonal, fundamentales para la concentración en meditación. Pequeñas cantidades bastan; demasiada grasa cercana a la práctica puede entorpecer torsiones y posturas invertidas.
Bebe con regularidad desde la mañana, no solo minutos antes de la clase. Una hidratación constante previene mareos en saludos al sol y ayuda a que el cuerpo termorregule sin necesidad de sorbos desesperados durante la secuencia.
Entre 60 y 90 minutos antes, combina fruta con proteína ligera, como manzana con yogur o dátiles con un poco de tahini. Así evitas bajones y garantizas energía sostenida para transiciones elegantes y conscientes.
Durante la práctica: menos es más
A menos que sea una sesión muy extensa o calurosa, basta con sorbos de agua. Evita bebidas pesadas que interrumpan el flujo y la atención; confía en tu respiración y en la preparación que hiciste antes de empezar.
Post-práctica: ventana de recuperación
Entre 30 y 60 minutos después, combina proteína y carbohidrato complejo, como quinoa con garbanzos y verduras. Este gesto nutre músculos, estabiliza el ánimo y deja espacio interno para la calma que sembraste en la esterilla.
Hierro y vitamina C, pareja esencial
Si sigues una dieta mayormente vegetal, combina lentejas con pimiento rojo o cítricos para mejorar la absorción del hierro. Notarás más oxigenación en saludos al sol y menos fatiga al sostener posturas prolongadas.
B12: atención especial en dietas vegetales
Quienes no consumen productos animales deben contemplar alimentos fortificados o suplementación responsable. Consulta a un profesional y comparte tus estrategias con la comunidad para que entre todos construyamos prácticas informadas y respetuosas.
Magnesio y potasio para evitar calambres
Semillas, plátano y verduras de hoja verde ayudan a relajar músculos y sostener el equilibrio en guerreros y árboles. Intégralos regularmente y cuéntanos si mejoran tu experiencia en secuencias intensas o en estiramientos profundos.
Cocina sencilla con intención yogui
Desayuno que despierta con suavidad
Avena cocida con leche vegetal, canela, pera y nueces. Energía sostenida, fibra para el bienestar digestivo y un toque de dulzor natural que acompaña tu primera respiración consciente del día.
Kitchari inspirado para reiniciar
Arroz y mung dal con comino, cúrcuma y jengibre. Ligero, completo y reconfortante, ideal después de una práctica intensa o cuando quieres simplificar decisiones y volver al centro con gratitud.
Bocado previo a clase, sin pesadez
Dos dátiles con una cucharadita de tahini y una pizca de sal. Dulzor, minerales y saciedad justa para fluir en secuencias sin sentir el estómago lleno ni la mente dispersa.
Escucha interna: hambre, saciedad y compasión
Respira tres veces, observa textura y temperatura del deseo de comer. Si el impulso disminuye, quizás necesitas descanso o agua; si persiste, elige un alimento que honre tu cuerpo y tu práctica.
Escucha interna: hambre, saciedad y compasión
Lleva atención a la exhalación mientras masticas. Al bajar la prisa, percibes mejor saciedad y evitas excesos que entorpezcan torsiones o equilibrios. Comparte tu experiencia y suscríbete para más prácticas cotidianas.
Ana y el snack que cambió su vinyasa
Ana solía practicar en ayunas y se mareaba en la tercera ronda. Probó dos dátiles con agua tibia y jengibre: energía suave, mente clara. Desde entonces, recomienda experimentar con respeto por el propio cuerpo.
Jorge, hidratación y equilibrio
Jorge bebía mucho justo antes de clase y sentía el abdomen tenso. Empezó a hidratarse temprano y a dar sorbos pequeños. Ahora sostiene el cuervo con serenidad y comparte su rutina con nuevos compañeros.
Tu historia también nutre
Cuéntanos qué te funciona antes y después de practicar. Deja tu comentario, haz preguntas y suscríbete para recibir guías, ideas de menús y entrevistas con maestros que integran nutrición y yoga con sensibilidad.